Oacnudh Guatemala

OFICINA DEL ALTO COMISIONADO DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LOS DERECHOS HUMANOS EN GUATEMALA

16ª sesión del Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (MEDPI)

17 de julio de 2023 – Discurso de apertura de Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Avanzar los derechos de los pueblos indígenas, y proteger y amplificar sus voces, es una parte esencial del trabajo de derechos humanos.

En las misiones que realicé a principios de este año en Colombia, Ecuador, Venezuela y Kenia, me reuní con representantes de pueblos indígenas para escuchar sus preocupaciones.

Escuché con doloroso detalle el impacto devastador e inescrupuloso de las industrias extractivas sobre su medio ambiente y sus derechos.

El despojo de sus tierras ancestrales y la militarización de sus territorios.

Me hablaron del impacto de la crisis climática. Sobre el alcance y el impacto de la discriminación y la exclusión sistémicas.

Estas violaciones deben ser detenidas.

En total, se calcula que hay 476 millones de personas pertenecientes a los pueblos indígenas en todas las regiones del mundo. Sin embargo, aunque constituyen el 6,2% de la población mundial, la discriminación, la exclusión, el despojo y la explotación hacen que los pueblos indígenas representen el 18,2% de las personas en situación de pobreza en el mundo, según la OIT.

Y, sin embargo, los pueblos indígenas sobreviven y florecen con una dignidad y una resistencia enormes, fruto de la sabiduría y la habilidad de varias generaciones.

Vuelvo a pensar en la extraordinaria experiencia de los cuatro niños y niñas huitoto cuya madre murió el mes pasado al estrellarse un avión en la selva colombiana. ¿Cómo pudieron sobrevivir, solos -uno de ellos una bebé de un año- durante 40 días sin suministros adecuados ni orientación?

Pero sí tenían orientación.

Pudieron recordar las lecciones de su madre y su abuela. Sabían que era posible entender la selva tropical y coexistir con sus animales y plantas, a pesar de los riesgos.

Su historia me inspira profundamente. Demuestra que el conocimiento de nuestros ancestros -especialmente, ancestros indígenas- contiene muchas lecciones para el mundo moderno, mientras navegamos por la creciente turbulencia y los extraordinarios riesgos de nuestra era.

Y dentro de ese conocimiento, la historia de las niñas y los niños huitoto apunta especialmente a las tradiciones y habilidades de las mujeres indígenas, como depositarias y maestras de la sabiduría, y como las que tienen más probabilidades de llevar y sostener la cadena de la cultura entre las generaciones pasadas y las comunidades y familias de hoy. 

Vemos esto muy claramente en el contexto del cambio climático.

El cambio climático es una crisis mundial, pero sus efectos se distribuyen de forma desigual. Los pueblos indígenas están entre los primeros y los más afectados por las condiciones meteorológicas extremas, la pérdida de biodiversidad y la disminución de los recursos naturales. A menudo se ven empujados a situaciones de vulnerabilidad, a pesar o debido a sus estrechos vínculos con la tierra y sus recursos. 

Este es especialmente el caso de las mujeres indígenas, a causa de sus relaciones específicas con el medio ambiente y la marginación adicional a la que se enfrentan por ser mujeres e indígenas. Sabemos que se ven desproporcionadamente afectadas por los daños climáticos y el desarrollo inescrupuloso de megaproyectos.

La semana pasada tuve la oportunidad de reunirme con 45 dirigentes indígenas de 30 países, la mayor cohorte de participantes en el Programa de Becas para Indígenas organizado por mi Oficina. El daño que está causando el cambio climático fue uno de los temas de los que hablaron con más intensidad.

“Cuando el hielo se derrite, nuestra cultura y nuestra forma de vida mueren”, dijo un participante de Groenlandia.

Esto no sólo es cierto para las culturas y formas de vida indígenas. Es cierto para todas y todos. Todos los seres humanos debemos compartir este planeta de forma justa y respetuosa. Es nuestra única forma de avanzar.  Los pueblos indígenas pueden ayudar a guiar a la humanidad en ese camino, como socios indispensables en el desarrollo de soluciones para evitar, minimizar y remediar el daño a los derechos humanos causado por nuestra triple crisis planetaria.

Ustedes han venido a este 16º período de sesiones del MEDPI de todas partes del mundo, gracias en parte al apoyo del Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para los Pueblos Indígenas que administra mi Oficina. 

Espero que cada vez haya más oportunidades para que los pueblos indígenas participen en la labor de las Naciones Unidas, incluido el Consejo de Derechos Humanos.

Porque tienen derecho a hacer oír su voz. Porque tienen derecho a participar en la toma de decisiones en asuntos que les afecten, a través de representantes elegidas y elegidos por ustedes según sus procedimientos. Y porque sus voces son profundamente valiosas para todos los aspectos de nuestro trabajo en pro de los derechos humanos.

Desde el derecho a un medio ambiente limpio, sano y sostenible hasta el derecho a la igualdad; desde su derecho a la autodeterminación hasta su derecho a ser consultados plena y significativamente, y a dar su consentimiento libre, previo e informado a las medidas legislativas o administrativas que puedan afectarles. Todos los aspectos de nuestros esfuerzos en materia de derechos humanos ganan en fuerza gracias a su activismo y sus contribuciones.  El mundo puede aprender de su sabiduría de ser buenos ancestros y tener en cuenta los derechos e intereses de las generaciones futuras.

Tenemos que asegurarnos de realicen su trabajo de forma segura. Incluso dentro de este Mecanismo ha habido informes de represalias contra personas defensoras indígenas. Y sobre el terreno, el número y la gravedad de los ataques de represalia son escandalosos. Según un informe reciente de Front Line Defenders, las y los activistas de la tierra, los pueblos indígenas y quienes defienden los derechos medioambientales fueron los grupos más frecuentemente objeto de violencia y amenazas en 2022.

Las instituciones nacionales, regionales y mundiales deben redoblar sus esfuerzos para proteger a los pueblos indígenas y su trabajo de ataques.  También necesitamos amplificar sus voces para garantizar que todas y todos podamos escuchar sus conocimientos y los mensajes y soluciones que ustedes aportan.

Necesitamos su orientación y su ayuda.

Necesitamos que estén presentes y que se les escuche en la COP 28, que se celebrará en Dubai a finales de este año.

Les necesitamos en los Exámenes Periódicos Universales de este Consejo. En las reuniones de los Órganos de Tratados. En el Foro de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos.

Necesitamos que sus voces sean plenamente audibles en todas las conversaciones nacionales, regionales y mundiales pertinentes.

“Nada sobre nosotros sin nosotros” debe hacerse realidad.

Hace treinta años, la Declaración y el Programa de Acción de Viena instaban “a los Estados a garantizar la plena y libre participación de los pueblos indígenas en todos los aspectos de la sociedad, en particular en los asuntos que les conciernan”.

Todos los derechos humanos conciernen a los pueblos indígenas. Y ha llegado el momento de garantizar que puedan participar de forma plena, libre y segura. Ha llegado el momento de ir más allá del debate y pasar a la acción concreta y específica para proteger los derechos de los pueblos indígenas.

Muchas gracias.

Conoce más de la sesión https://www.ohchr.org/es/events/sessions/2023/16th-session-expert-mechanism-rights-indigenous-peoples

Scroll to top
Skip to content